Esta pregunta es repetida por muchos opositores y opositoras, sobre todo, estando a las puertas de las pruebas del proceso selectivo (consulta las fechas aquí). A pesar de que la respuesta no es única ni fácil de resolver (pues depende de muchos factores), existen algunas formas de planificar la frecuencia de repaso para que estos resulten eficaces.

La técnica del repaso consiste en releer lo que se ha aprendido con anterioridad para, así, consolidar esos conocimientos y mantenerlos en nuestro cerebro. Además, con este método se pueden detectar algunos errores, para corregirlos con tiempo.

Para saber cuándo y cómo repasar, podemos apoyarnos en la Teoría de la Curva del Olvido, de Hermann Ebbinghaus. El psicólogo afirmaba que gran parte de los daros aprendidos se ubican en la memoria a corto plazo. Según Ebbinghaus, en las primeras 24 horas después de haber estudiado algo, olvidamos más del 50% de lo aprendido, y si pasamos a las 48 horas, solo recordamos el 30%.

Para evitar el efecto negativo del olvido, este psicólogo planteó una serie de momentos ideales para llevar a cabo los repasos. Esta frecuencia de repaso se basa en el principio de espaciarlos en función del tiempo transcurrido desde el último repaso. Así, cuanto más tiempo haya pasado desde que estudiamos algo por última vez, más tiempo podemos dejar pasar hasta el siguiente repaso. De este modo, logras conservar un alto nivel de recuerdo sin saturar nuestra memoria con repasos innecesarios o demasiado reiterados.

Para Ebbinghaus, los mejores momentos para repasar serían:

– Primer repaso: día posterior a la primera toma de contacto con el temario.

– Segundo repaso: la semana siguiente.

– Tercer repaso: a los 30 o 40 días del primer repaso.

– Cuarto repaso y siguientes: dependiendo de la fecha del examen, repasar cada 30 o 40 días.

– Último repaso: en los días anteriores al examen.

A pesar de que los intervalos son orientativos (variaran según la cantidad de temario, el tiempo previsto de preparación o las características personales del opositor u opositora), pueden servir como base para organizar tus estudios. Lo importante es adaptarlos a las necesidades y objetivos y cumplir lo marcado. Además, ten en cuenta que estos periodos se refieren a repasos de una misma materia, por lo que puedes repasar varios temas cada día.

También debes prestar atención a cómo repasar. No consiste en releer lo aprendido: debes hacerlo con comprensión lectora y de forma activa. Nuestros esquemas y resúmenes realizados por expertos/as del sector pueden ser un gran apoyo para ello.

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